BIM apoya la solución de nuevos modelos de negocio en el sector turístico.
La crisis sanitaria y sus cambios indirectos han traído consigo la reinvención de nuevos modelos de negocio para muchos sectores. Por ejemplo, uno de los más afectados en 2020, el turismo dio un giro importante apoyado en la innovación y las nuevas tecnologías.
En busca de invenciones aplicables, estos nuevos modelos de negocio turístico han ampliado sus metodologías, entre ellas la metodología BIM, que se ha convertido en una de las tendencias más convincentes para la explotación y gestión de cualquiera de los datos que transitan en el sector.
Es bien sabido que el sector turístico mueve una gran cantidad de datos que debe gestionar, tanto para el usuario como para la operativa interna que lo lleva. En esto, BIM ayuda precisamente como nueva tecnología a mejorar la actividad de los centros de trabajo, generando nuevos hitos de uso y gestionando mejor cualquier activo o dato producido.
El potencial de BIM en el sector turístico es que puede acoplarse a diferentes diseños de trabajo y plataformas de datos ya utilizados en cualquier empresa, además de llegar a todos los datos que transitan en la nube relacionados con la mejora y desarrollo del nuevo modelo turístico.
En otras palabras, desde las grandes a las pequeñas magnitudes, el BIM pretende abordar todos los datos y convertirlos en potencial de desarrollo. Por ello, se está convirtiendo en una herramienta cooperativa, competitiva y funcional para equipos de trabajo que se adaptan cada vez más a las nuevas tecnologías.